Un estudio liderado por Marta Guasch-Ferre en la Universidad de Harvard, ha demostrado que las personas que consumen frutos secos regularmente tienen menor riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular o enfermedad coronaria en comparación con aquellas que nunca o casi nunca los toman. La investigación ha sido publicada recientemente en la prestigiosa revista científica Journal of the American College of Cardiology.
En un comentario editorial que complementa la publicación del estudio, el jefe de grupo del CIBEROBN, Emilio Ros, explica que los hallazgos constatan una asociación entre el consumo de frutos secos y la protección contra enfermedades cardíacas, pero que esta investigación tiene además otras líneas interesantes para desarrollar.
“En una situación ideal más investigaciones deberían probar los efectos del consumo a largo plazo defrutos secos suplementado en la dieta habitual en eventos cardiometabólicos duros", explica Ros. "Mientras tanto, los frutos secos crudos, si es posible sin pelar y sin procesar, se pueden considerar como cápsulas naturales de salud que se pueden incorporar fácilmente a cualquier dieta de protección cardíaca para promover el bienestar cardiovascular y un envejecimiento saludable", afirma.
El mayor estudio en este campo
Éste es el mayor estudio (tanto en duración como en muestra) publicado hasta la fecha sobre la evaluación de la relación entre el consumo de frutos secos y la incidencia de enfermedades cardiovasculares.
En él participaron más de 210.000 personas de los estudios ´Nurses´Health Study I´, ´Nurses´Health Study II´ y ´Health Professionals Follow-up Study´, con un seguimiento de más de 32 años. Durante este periodo, cada cuatro años se recopiló en los tres grupos información sobre el consumo de distintos alimentos utilizando cuestionarios de frecuencia de consumo y otros de estilo de vida y antecedentes personales.
Durante el seguimiento, los investigadores detectaron más de 14.000 casos de enfermedad cardiovascular incluyendo infarto de miocardio y accidente vascular cerebral. Los resultados demostraron que el consumo de frutos secos estaba relacionado con un 19% menos de riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y un 21% menos de riesgo de sufrir infartos de miocardio. Se observaron resultados similares para el consumo de cacahuetes y nueces cuando fueron analizados por separado.