El estudio ASIS-TC (Empleo de los dispositivos de asistencia circulatoria mecánica de corta duración como puente a trasplante cardiaco urgente en España), coordinado por Eduardo Barge, Marisa Crespo y Javier Muñiz, del Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (INIBIC) y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV) apoya la eficacia del sistema español de priorización urgente de candidatos a trasplante cardiaco que requieren soporte con dispositivos de asistencia circulatoria mecánica de corta duración. Los resultados, publicados en Journal of Heart and Lung Transplantation, sugieren que esta estrategia conlleva unos resultados clínicos aceptables en términos de supervivencia, teniendo en cuenta la extrema gravedad de los pacientes subsidiarios de la misma, así como la ausencia de otras alternativas terapéuticas eficaces.
“Durante el período 2010-2020, los cambios en el protocolo español de asignación de órganos conllevaron un aumento significativo de la tasa de Trasplante cardiaco y una reducción significativa de la mortalidad en lista de espera en candidatos atendidos con soporte mecánico circulatorio temporal” explica el Dr. Barge. Además, según apunta el investigador, las tasas de supervivencia después del trasplante de un año se mantuvieron aceptables.
Recientemente, la Organización Nacional de Trasplantes, de acuerdo con el criterio de los grupos españoles de Trasplante Cardiaco, ha revisado en profundidad los criterios de priorización de candidatos para TC en nuestro país, con un nuevo algoritmo de decisión que está en vigor desde el mes de abril de 2023. En esta tarea se han tenido en cuenta los resultados de este estudio ASIS-TC, además de otros análisis basados en la información recogida en el Registro Español de Trasplante Cardiaco.
El informe final de ASIS-TC, publicado recientemente y que se presenta esta semana en las Jornadas anuales del CIBERCV, ha sido financiado por la Fundación Mutua Madrileña y ha contado con la participación de 16 hospitales españoles que tuvieron un programa activo de trasplante cardiaco (TC) de pacientes adultos durante el periodo 2010 y 2020. Se recogieron de forma retrospectiva más de 500 variables clínicas de 1036 pacientes que se incluyeron en lista de espera para un primer trasplante cardiaco con prioridad urgente en los centros participantes mientras recibían asistencia circulatoria con un dispositivo mecánico de corta duración como balón de contrapulsación, asistencia ventricular percutánea, asistencia ventricular extracorpórea de inserción quirúrgica u oxigenación con membrana extracorpórea venoarterial (ECMO).
“Durante el periodo analizado se observó una tendencia temporal a un mayor empleo de dispositivos de asistencia ventricular percutánea y quirúrgica en los años más recientes, en detrimento del balón intraaórtico de contrapulsación, que desde el año 2017 dejó de ser considerado un criterio suficiente para priorizar a los candidatos a TC en la lista de espera” explica el Dr. Barge. Según apunta el equipo investigador, la frecuencia de empleo de ECMO venoarterial como puente a TC se mantuvo estable en torno al 30% durante todo el periodo del estudio. Se observó, además, un cambio temporal significativo en el perfil clínico de los pacientes incluidos en lista de espera, con una reducción de la proporción de pacientes con situaciones clínicas más críticas (perfiles INTERMACS 1 y 2) y un incremento de la proporción de pacientes con insuficiencia cardiaca refractaria en situación más estable (perfiles INTERMACS 3 y 4) en la era más reciente.
“Globalmente, el 84,5% de los pacientes incluidos en lista de espera urgente fueron trasplantados, mientras que el 13,9% de ellos fallecieron sin haber recibido un órgano” apunta la Dra. Crespo, jefa de grupo del CIBERCV en INIBIC. En el estudio se observó una tendencia temporal significativa hacia un incremento de la tasa de TC y una reducción de la mortalidad sin haber recibido un órgano en las eras más recientes. “La mediana de tiempo de espera hasta el trasplante para los pacientes en el mayor nivel de prioridad, denominado urgencia 0, se mantuvo en torno a los 6 días durante todo el periodo analizado”, añade la investigadora.
Según apuntan en el estudio, la supervivencia global a 1 año del TC fue del 75,7%, con una tendencia temporal hacia una mejor supervivencia en la era más reciente, exceptuando el año 2020, en el que la pandemia COVID condicionó de forma notable el funcionamiento y los resultados clínicos de los programas de TC. “En el análisis multivariante, el soporte preoperatorio con ECMO venoarterial se asoció a un incremento significativo e independiente de la mortalidad precoz tras el trasplante, que ponemos en relación con el perfil clínico de especial riesgo de este grupo de pacientes, en la línea de lo observado previamente por otros autores” concluyen los autores.
El trabajo ha contado con la colaboración de personal investigador de varios equipos del CIBERCV de los 16 hospitales participantes.
Referencia del artículo:
Barge-Caballero E, et al. Temporal trends in the use and outcomes of temporary mechanical circulatory support as a bridge to cardiac transplantation in Spain. Final report of the ASIS-TC study. J Heart Lung Transplant 2023; 42: 4; 488-502. https://www.jhltonline.org/article/S1053-2498(22)02202-1/fulltext